La UGT nació en íntima relación con el socialismo marxista a pesar de su apoliticismo estatutario. Así su lider será Pablo Iglesias, quien a su vez lo era del Partido Socialista Obrero Español. Aunque nunca llegó a establecer un órgano mixto de conexión institucional con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el sindicato sí estuvo relacionado con el partido desde su nacimiento, ya que la sindicación a UGT suponía la afiliación al PSOE y viceversa.

Al tiempo que se implantaba y se estructuraba, la UGT llevó a cabo su acción sindical para conseguir una legislación social que acabara con las perniciosas condiciones del trabajo existentes. Tras colaborar con los gobiernos de Alfonso XIII por una vía reformista, a partir de 1914 se produjeron tácticas de acercamiento y unidad de acción con los anarcosindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

Con la llegada de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera en 1923, la UGT se convierte en el privilegiado interlocutor social del régimen, como una forma de superar la capacidad movilizadora de la CNT. El mismo dirigente ugetista Francisco Largo Caballero aceptaría en 1924 ser consejero de Estado.

Durante la Segunda República, la UGT llevó a cabo una práctica sindical moderada durante el primer bienio (1931-1933), cuando Largo Caballero ejerció como ministro de Trabajo. Moderantismo radicalizado en 1933 a raíz de la llegada al gobierno de los centristas del Partido Radical y especialmente un año más tarde, con la de los derechistas de la CEDA y la deriva revolucionaria socialista y ugetista plasmada en la fracasada y muy reprimida Revolución de Octubre de 1934.

La UGT tuvo una participación activa notoria en ayuda del régimen republicano durante la Guerra Civil, en el plano militar, económico y por supuesto político.

El obligado exilio exilio derivado de la victoria franquista cerró medio siglo de historia de esta central sindical, resurgida de la clandestinidad en el marco de la transición democrática y que, junto con Comisiones Obreras (CCOO), constituyen las opciones con mayor arraigo entre los trabajadores en la España actual.