El fundador de las JAP y primer líder fue José María Valiente Soriano, sustituido en 1934 por José María Pérez de Laborda.

La organización fue originalmente fundada en febrero de 1932 bajo el nombre de Juventudes de Acción Nacional (JAN), como rama juvenil del partido Acción Nacional, que un año después fue renombrado como Acción Popular (AP); a partir de ese momento las juventudes adoptaron su nombre definitivo. Tras la constitucion en 1933 de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) las Juventudes de Acción Popular (JAP) se convirtieron en la organización juvenil de la CEDA, destacando por su papel en la movilización y la agitación así como por su carácter violento.

Durante los años 1934 y 1935, momento en que la CEDA dispone del grupo parlamentario más numeroso de las Cortes, la JAP muestra una oratoria radical sobre la necesidad de cambiar el modelo de Estado y de enfrentarse al avance del socialismo. Su mayor virtualidad se mostró en la actuación contrarrevolucionaria durante la huelga de octubre de 1934. Aquí puso en práctica su estrategia de movilización cívica, heredera de los postulados conservadores que ejemplifica el Somatén catalán y la Unión Ciudadana madrileña de los años veinte.

El fracaso electoral de febrero de 1936 desinfló el entusiasmo de los miembros de la JAP. Esto conllevó el traslado de sus miembros más exaltados a otros partidos de extrema derecha, como Falange Española y los carlistas.

Desprovista del amparo del gobierno y desmoralizada por la derrota electoral, la JAP se diluyó, en la práctica, después de febrero de 1936. La organización se mantuvo, pero llevó una existencia agónica hasta su disolución en abril de 1937 en virtud del Decreto de Unificación.