Archivo Fundación Bernardo Aladrén

Cuadro de clasificación

Archivos de asociaciones y fundaciones

1. Área de identificación

1.2. Título

Fundación Bernardo Aladrén

1.3. Fecha(s)

1912-2012

1.4. Nivel

Fondo

1.5 Volumen y soporte de la unidad de descripción

320 m.l.

2. Área de contexto

2.2. Historia institucional / Reseña biográfica

"El sindicato Unión General de Trabajadores en Aragón surge a finales del siglo XIX con las primeras asociaciones obreras creadas para evitar la explotación de los trabajadores en las zonas rurales y en los pequeños núcleos industriales. Estas asociaciones de trabajadores lucharon de forma organizada por la mejora de las condiciones de vida, laborales, y sociales, a través de su reivindicación ante patronos, y fuerzas políticas. La Internacional, pionera asociación obrera, contaba hacia 1872 con federaciones locales en Zaragoza, Huesca, Teruel, Calatayud, Ateca, Belver de Cinca y Ayerbe. En 1888 se crea en Barcelona el primer sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores, la UGT. Organización de trabajadores que aglutinaría a muchas de las asociaciones ya existentes. Años después en la capital aragonesa, algunas agrupaciones de diversos ramos y oficios constituyeron la Federación Local de Sociedades Obreras de Zaragoza adherida a la UGT. A esta Federación se sumaron tipógrafos, canteros, y la Asociación de Agricultores. Además, se fueron creando sociedades de albañiles, carpinteros, tejedores, zapateros, pintores, obreros en hierro, hojalateros, sombrereros, silleros y alpargateros. Iniciado el siglo XX la UGT aragonesa contaba con 427 afiliados en Zaragoza y 23 en Teruel, sin que consten todavía, datos relativos a la provincia de Huesca. La implantación de la UGT en el resto de Aragón siguió siendo muy escasa y sólo existían sociedades obreras socialistas en Teruel, Escatrón, Pina, Aranda, Calatayud, Tarazona y Huesca. El movimiento libertario tenía bastantes más socios que el sindicato socialista en la región. Pero a partir de 1917 y durante la dictadura de Primo de Rivera la UGT experimentó un notable ascenso en número de militantes. En estas primeras décadas del siglo XX las huelgas, y las movilizaciones formaron parte generalizada de la acción sindical ugetista, reprimidas por las autoridades públicas mediante la fuerza y la cárcel, motivos que afirmaron a la UGT en sus pretensiones de mejoras sociales para la emancipación obrera. Con la llegada de la II República la UGT formó parte de las nuevas instituciones republicanas y algunos de sus líderes entraron democráticamente en cargos de gobierno provinciales, municipales y organismos públicos, desarrollando una nueva forma de sindicalismo, encaminado a la mejora de las condiciones de la clase trabajadora. Es en esta década de 1930 se inicia una explosión de sedes, publicaciones y propaganda, extendiendo la organización por toda la región, desde las fábricas más importantes de las tres capitales de provincia, hasta pequeñas fincas agrícolas de los entornos rurales. Durante los años republicanos la UGT preconizó una acción sindical orientada en tres aspectos político, económico y cultural, en defensa de los intereses de la clase trabajadora. Se impulsaron numerosas medidas para combatir el desempleo mediante el fomento de obras públicas, se defendió el rescate de los bienes comunales para que el pequeño campesinado y los jornaleros pudieran acceder al cultivo directo de la tierra, se fomentó la creación de Cooperativas de Casas Baratas para el acceso de los trabajadores a viviendas dignas.... una gran labor encaminada a mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos, los trabajadores. El golpe de estado militar de julio de 1936 contra el régimen democrático quebró los inicios del progreso social al que aspiraba la Unión General de Trabajadores. La UGT fue aniquilada en las zonas controladas por los militares sublevados, paramilitares falangistas, y otros grupos de acción contrarios a la II República. Tanto dirigentes como militantes ugetistas fueron asesinados, y encarcelados, sus sedes asaltadas, su documentación y patrimonio, confiscado. En las zonas que no triunfó el golpe de estado, la UGT formó parte en los consejos municipales para establecer el orden y administrar los recursos municipales. En el frente de guerra la UGT formó parte activa con milicias de trabajadores de diferentes sectores y oficios dispuestos a no permitir el triunfo del fascismo. Tras la derrota de la Guerra Civil, los dirigentes aragoneses de la UGT que no habían sido asesinados y no habían muerto en el frente, se vieron obligados a exiliarse en Francia, Suiza, Inglaterra, Méjico, Argentina, Venezuela... disgregando la organización ugetista por todo el mundo. Muchos militantes cogieron de nuevo las armas para combatir en la Segunda Guerra Mundial, por los mismos motivos que en España. La Dictadura Franquista obligó a la clandestinidad de la UGT, y pronto se reorganizaron diversos grupos en algunos municipios aragoneses: Zaragoza, Tarazona, Jaca, Huesca, Barbastro, Calatayud, Borja... para continuar así, con la lucha y defensa de los trabajadores. En los centros de trabajo durante este periodo la única organización permitida fue la Central Nacional Sindicalista, en el cual también formaron parte grupos de trabajadores contrarios al régimen. Con la muerte del dictador en 1975 se inicia un proceso de cambios, fruto de la presión social que exigía implantar la democracia y un régimen de libertad. De las numerosas reivindicaciones de estos años formaron parte activa la UGT y otros sindicatos, todos ellos seguían siendo clandestinos. Tras una dura negociación y pese a la oposición de sectores conservadores, los sindicatos se legalizan en 1977. Con la Constitución de 1978, la consolidación de la democracia, y el posterior estatuto autonómico aragonés, la UGT en Aragón fortalece su estructura, desarrollando las Uniones Provinciales de Huesca, Zaragoza, y Teruel, junto con las diferentes Federaciones de Industria y servicios. En 1993 las uniones provinciales dan paso a la unión territorial que conocemos en la actualidad, UGT Aragón. En este último periodo de la historia se han formalizado las elecciones sindicales en los centros de trabajo, la negociación colectiva, y UGT Aragón ha desarrollado la acción sindical en materias que en el siglo XIX eran impensables como por ejemplo medio ambiente, inmigración, servicios sociales, cooperación internacional... para adaptar el sindicalismo a las nuevas realidades del siglo XXI, y continuar defendiendo, hoy como ayer, los intereses de los trabajadores, trabajadoras, y a los sectores más desfavorecidos."

2.3. Historia archivística

El Archivo de la Fundación Bernardo Aladrén de UGT Aragón nace en diciembre de 2006 para albergar la documentación producida por la UGT en la región, sus Federaciones y las personas relacionadas con este sindicato desde su aparición en Zaragoza en 1894 hasta nuestros días. En sus dependencias se pueden encontrar fotografías, películas, carteles, o documentos sonoros. El Archivo siempre ha sido una parte muy importante de las organizaciones ugetistas, circunstancia reflejada en los estatutos de las primitivas sociedades obreras que hacían mención a la necesidad de gestionar y conservar adecuadamente los documentos. Existen varios artículos en los estatutos que señalan la forma de redactar los documentos y el procedimiento administrativo a llevar a cabo por las diferentes organizaciones. Hay que señalar que la Unión General de Trabajadores, es la suma de Sociedades, Federaciones, y Agrupaciones Territoriales autónomas que producen de forma independiente todo tipo de documentación. Esta característica se ha mantenido a lo largo de la centenaria historia, formando un archivo con gran número de fondos semejantes pero independientes, según la Sociedad o Federación productora. Las agrupaciones obreras aragonesas han desarrollado una producción documental atendiendo a sus actividades y estructuras. Hasta el primer tercio del siglo XX las agrupaciones solían demandar a la sede general de Madrid impresos, y formularios para sus procesos administrativos (altas en la Federación, hojas de cotización, registro de afiliado actas, libros contables, creación de cooperativas...), posteriormente la documentación se custodiaba en los Archivos de las diferentes sedes, al igual que el libro de actas, del que solía ser responsable el secretario de la sociedad. Existían tantos archivos administrativos como sedes. Por tanto la producción documental de estos años era abundante y estaba muy bien definida, y los Archivos además de ser numerosos, tenían gran importancia para la organización. Con el golpe de estado de julio de 1936 que provocó la guerra civil, los Archivos corrieron la misma suerte que sus organismos productores: o fueron destruidos o requisados, e incluso también se salvo de manera muy dispersa en manos de particulares. La destrucción documental se produjo sobre todo, en los primeros meses de guerra: se arrasaba las sedes obreras, quemando en muchos casos su documentación y bibliotecas, como señal de victoria y símbolo de limpieza. En estos meses se destruyó la Sede Obrera más importante de la UGT en Aragón, la ubicada en la Calle Estébanes de Zaragoza. Durante el transcurso de la guerra se planteó requisar la documentación para que sirviera como prueba en procesos de depuración, y también para pedir responsabilidades atendiendo a la legislación de los golpistas y del posterior régimen dictatorial. La documentación requisada se envió a su actual ubicación en Salamanca. Allí era analizada por la Delegación del Estado para Recuperación de Documentos, y utilizada años después por la Delegación Nacional de Servicios Documentales, ambas con claros fines represores. Por suerte esta abundante documentación que llegó hasta Salamanca, cambió su finalidad con la llegada de la democracia, utilizándose con fines históricos y de investigación en el actual Centro Documental de la Memoria Histórica. Durante la Dictadura Franquista la organización ugestista, renació clandestinamente en la década de 1940, produciendo documentación para fijar sus actas, contabilidad, afiliación... de manera secreta, para que no fuera requisada por los servicios represores del Estado. Si la organización era descubierta, se encarcelaba a sus dirigentes y la documentación confiscada pasaba a formar parte de los expedientes incriminatorios. Situación que se repitió en varias ocasiones hasta la llegada de la democracia. A partir de 1979, y con el régimen constitucional, nacen las Uniones Provinciales, y las Federaciones de Industria, que desarrollan todo tipo de actividades administrativas, reflejadas en su producción documental. Sus archivos crecieron exponencialmente, debido al aumento en la afiliación, y el cada vez mayor número de actividades desarrolladas. En 1993 surge la actual Unión Territorial de UGT en Aragón, que junto con las Federaciones de Industria y servicios siguen produciendo todo tipo de documentación en muy diversos formatos. En el año 2001 nace la Fundación Bernardo Aladrén de UGT Aragón, tiene entre sus funciones encargase del Archivo del sindicato, recuperarlo, y ofrecerlo a la sociedad para difundir su historia. En el año 2006 se inician las actividades propias de gestión de los fondos documentales de las Uniones Provinciales, Territoriales, Comarcales, y Federaciones de Industria, documentación que recibe la Fundación mediante transferencia. El Archivo se ubicó en el Centro de Formación Arsenio Jimeno de Zaragoza, y continua desarrollando los distintos procesos técnicos de trabajo, adaptándose a las nuevas necesidades de los entornos digitales en materia de difusión y acceso.

2.4. Forma de ingreso

Depositado 2006. Diversas donaciones. Transferencias

3. Área de contenido y estructura

3.1. Alcance y contenido

Se pueden establecer dos grupos para explicar las características de la documentación que alberga este Archivo: Uno formado por la documentación producida por las organizaciones y sociedades obreras de la UGT, desde su nacimiento a finales del siglo XIX, hasta 1977, fecha en que se legalizan los sindicatos en el actual periodo democrático. Este grupo dispone de fondos muy numerosos, heterogéneos, incompletos, y con vacíos cronológicos importantes. Debido a la historia de la organización, estos fondos documentales tienen una ubicación muy dispersa, razón que obliga a su búsqueda y recuperación, para obtener una copia de aquellos que un día produjeron las organizaciones obreras ugetistas aragonesas. Esta documentación es de carácter histórico y se ofrece a cualquier usuario interesado. Otro grupo de documentación lo forma los fondos más recientes producidos por la UGT, las Federaciones de Industria y Servicios aragonesas a partir de 1977. En este grupo se encuentra la documentación de carácter administrativo, y organizativa de la Unión General de Trabajadores de Aragón. Su acceso a gran parte de esta documentación está regulado atendiendo a criterios internos y a la legislación vigente. En cuanto a formatos y tipos documentales, son muy variados conviviendo desde materiales fotográficos, documentos electrónicos, y soportes más tradicionales.

3.4. Organización

4. Área de condiciones de acceso y utilización

4.1. Condiciones de acceso

Normativa relativa a la difusión del patrimonio, y a la protección de datos de carácter personal.

4.4. Características físicas y requisitos técnicos

En general, buen estado de conservación

4.5. Instrumentos de descripción

Diversas bases de datos, repositorio digital, cuadro de clasificación, e inventarios.

7. Área de control de la descripción

7.1 Nota del archivero

Autor del registro: Julián Moyano

Datos adicionales

Topónimos

Descriptores


Fundación Bernardo Aladrén
Calle Eduardo Jimeno Coreas, s/n
50018 Zaragoza