Carlanía de Aguilar

1391-1794

Fondo

Las carlanías constituyen una figura especial dentro de la administración territorial aragonesa. En un principio, cuando ciertas áreas geográficas se reconquistaron a los musulmanes, se erigieron castillos, a cuyo mando se nombraba un castellán o carlán, que tenía por cometido defender la fortaleza y gobernar el territorio a ella vinculado.
Con el tiempo, por influencia francesa y catalana, las carlanías existentes se irán trocando poco a poco en dominicaturas de índole feudal, de carácter hereditario y con la obligación de prestaciones militares (hueste, cabalgada, etc), al igual que los restantes señoríos pero, en compensación, los carlanes disfrutarán de ciertas rentas y ejercerán determinados derechos jurisdiccionales.
En cuanto a su número y localización parece que todas ellas quedan circunscritas dentro de los límites del condado de Ribagorza. En el siglo XVI, Martín de Aragón, conde de Ribagorza y duque de Villahermosa, menciona 14 carlanías. Sin embargo, en 1718, un informe de la Real Audiencia habla de la existencia de 16 carlanías en la misma zona, entre las que se encontraba la de Aguilar. Las carlanías debieron subsistir a lo largo del siglo XVIII, hasta las Cortes de Cádiz, en 1811, en que se suprimen los señoríos.
La noticia más antigua que conocemos de la Carlanía de Aguilar, data de finales del siglo XII. Durante los siglos XIII y XIV, aparece vinculada a la familia Meytat y, como mínimo desde el siglo XV, a la familia Aguilaniu. A ella pertenecía cuando, en 1769, Miguel Esteban Ric la compra en nombre de su padre, Pascual Antonio Ric y Exea.. La carlanía de Aguilar llevaba asociadas la Cuadra de la Torre y la Cuadra de la Bujeda y sus vecinos estaban sujetos a una serie de cargas señoriales.

Aunque no se conocen datos concretos, cabe suponer que, al menos, una parte de la documentación generada por la carlanía a lo largo de su historia pasó a manos de la familia Ric en el momento de su adquisición y desde entonces forma parte de su archivo, aunque con entidad propia.

De entre toda la documentación cabe destacar la encuadrada en la sección de Gobierno-Linaje por los interesantes datos que aporta para el estudio de los señoríos y sus prerrogativas jurisdiccionales.
Como ocurre en la mayor parte de los archivos familiares, la documentación de Hacienda suele ser la más voluminosa, abundante y mejor tratada por la administración de la familia. La explicación de este hecho es que en estos documentos radica la base económica de aquélla y, por consiguiente, su poder, prestigio e influencia.
La sección de Obras Pías cuenta con un número muy reducido de documentos pero suficientes para informarnos sobre los derechos y obligaciones de los carlanes de Aguilar en relación con las obras pías de las que eran patronos.

Cuadro de clasificación:

1.- GOBIERNO-LINAJE
2.- HACIENDA
2.1.- SECRETARÍA
2.2.- PATRIMONIO
2.3.- CONTABILIDAD
3.- PATRONATO DE OBRAS PÍAS

En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, en el fondo de la Real Audiencia, en su sección de Reales Órdenes, existen algunos documentos que hacen referencia a las carlanías de la Ribagorza de Aragón

- Castillo Genzor, Adolfo, ¿Las carlanías del condado de Ribagorza: una expresión típica del feudalismo aragonés¿, en Hidalguía, nº 6, 1954.
- Castillo Genzor, Adolfo, ¿La nobleza titulada del Reino de Aragón¿, Zaragoza, 1971, pp. 33-34