El papa Urbano II establece que la iglesia de Jaca y su diócesis dependan en delante de la de Huesca, confirma la donación de la mezquita para catedral, hecha por Pedro I, y el convenio sobre la precepción de los diezmos de Huesca entre el obispo Pedro y Jimeno, prepósito de Montearagón, y encomienda el régimen de la canónica de Lasieso al obispo y canónigos oscenses.