Doña Oria Ximénez, Priora de Sigena, y el Convento de este nombre prometen a Ermisenda Botella recibir a su hija Saura como donada y hermana en aquél cuando salga de la edad pupilar si entonces conviene a las tres partes. Prometen dar asimismo cien maravedís alfonsíes de buen oro a dicha Ermisenda porque accedieron a pignorar las casas que tenían a censo por el Convento en la ciudad de Lérida en la parroquia de San Lorenzo desde el día de la escritura hasta diez años para una necesidad apremiante y utilidad del convento, comprometiéndose a devolverlos cuando la hija de Ermesinda salga de dicha edad y obligándose con todos sus bienes