El Papa Inocencio III advierte al prior de San Rufo, arcediano de Caldas, y a Vidal, canónigo de Lérida, que los frailes del Hospital de Jerusalén de Zaragoza, parroquianos de la misma diócesis, a pesar de estar excomulgados sigan recibiendo"ad divina"y sean enterrados eclesiásticamente y les ordena que cumplan la censura eclesiástica
- 1216-01-25. Letrán