Historia institucional / Reseña biográfica
La Comunidad de Aldeas de Teruel junto con las de Daroca, Albarracín y Calatayud se enmarcan dentro de las nuevas estructuras que surgen en Aragón durante el siglo XIII.
El dominio (jurisdiccional, fiscal, administrativo..) que ejerce el Concejo de Teruel sobre casi un centenar de aldeas en la mitad del siglo XIII, amparándose entre otras en las disposiciones forales, es una de las principales causas, según A. Gargallo, de su agrupación en una organización con personalidad jurídica propia e independiente de la villa de Teruel que, bajo el nombre del Común de las Aldeas de Teruel, surge en el último cuarto de ese siglo para la defensa de los intereses comunes de las aldeas frente a los del Concejo de Teruel. Prueba documental de esta segregación es la conocida sentencia de Escorihuela de abril de 1277.
La aparición de la Comunidad de Teruel supone la reorganización del espacio que ocupan las aldeas en distritos territoriales, sesmas, para su mejor gestión administrativa así como la creación de sus propios órganos de gobierno. Mantiene el carácter asambleísta a través de la Plega General, reunión de los procuradores de los respectivos concejos de las aldeas y de los oficiales de la Comunidad ( procurador general, escribano, sesmeros) donde se tratan todos los asuntos que a éstas les atañen, convocada al menos una vez al año y presidida por el Baile General en representación del monarca.
En los primeros años del siglo XV, tras un largo y duro proceso de formación cargado de pleitos entre el Concejo de Teruel y la Comunidad, ésta logra asentar una organización política, social y económica estable e independiente que conserva algunos vínculos, recuerdos de un pasado común, de su unión con Teruel.
A final del reinado de Felipe II, después de los alborotos de 1591, éste suprime el derecho independiente del derecho aragonés por el que se había regido hasta entonces la Comunidad de Teruel. Pero la plena decadencia de esta Institución llega con la nueva organización administrativa dada por Felipe V al reducir las Comunidades a corporaciones meramente económicas. Un siglo más tarde, en 1837, son suprimidas por Real Decreto.
Historia archivística
El abandono que durante mucho tiempo ha sufrido el Archivo de la Comunidad de Teruel en Mosqueruela, ha tenido como consecuencia la dispersión de sus fondos documentales y que hoy en día se encuentren en el Archivo Histórico Provincial de Teruel más de dos mil documentos pertenecientes a esta institución.
A finales del siglo XVII las Ordenanzas de la Comunidad de Teruel del año 1684 instauran el cargo de archivero alegando el mal orden existente en el Archivo de la Comunidad de Teruel y los papeles que de éste se han perdido. Nombrando entre las personas insaculadas en los oficios de la Comunidad, tiene como misión ordenar sus papeles y realizar un inventario así como se le prohibe "sacar papel ni escritura si no es por orden del Procurador General".
Entre los años 1897- 1901 varios números de la revista Miscelánea Turolense publican en partes el índice de sus ricos fondos documentales. Posteriormente Floriano Cumbreño difunde la existencia de novecientos treinta y seis pergaminos de la Comunidad de Teruel que se conservan en el Archivo de la Diputación Provincial, pero que por desgracia desaparecen durante la Guerra Civil.
Siendo catedrático de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Valencia D. Antonio Ubieto Arteta, a través de una alumna suya tiene conocimiento del grave deterioro en que se encuentra el Archivo de la Comunidad en Mosqueruela. Los documentos están distribuidos entre un local y una habitación de la torre de la Iglesia, guardados en un armario, desparramados por el suelo e incluso se detecta la desaparición de algunos pergaminos. Junto con un grupo de ayudantes decide acudir a Mosqueruela y recoger toda la documentación, diez mil documentos aproximadamente, trasladándola a la Universidad de Valencia, con el fín de limpiarla, ordenarla y catalogarla.
Paralelamente, D. Carlos Luis de la Vega recupera de manos privadas dieciocho cajas repletas de documentos procedentes del Archivo de la Comunidad, que ingresan en el Archivo Histórico Provincial de Teruel, el 14 de enero de 1977 y al mismo tiempo acelera los trámites para que los documentos en poder del Dr. Ubieto se devuelvan cuanto antes a Mosqueruela.
Durante los primeros meses del año 1978, la Diputación Provincial de Teruel inicia las gestiones pertinentes para conseguir que el Archivo de la Comunidad se deposite en el Archivo Histórico Provincial de Teruel y de esta manera reunir todos sus fondos en un sólo lugar. Estas gestiones no dan su fruto. Solamente el interés de D. Javier Aguirre González y su equipo hace posible una nueva ordenación, catalogación y microfilmación de sus documentos. Para estas tareas se realiza un inventario in situ, procediéndose después a su traslado al Archivo Histórico Provincial, donde se finalizan estos trabajos llevándose la documentación a Mosqueruela, en 1987.
En el mes de mayo de 1992, el cura párroco de la Iglesia de la Milagrosa de Teruel, informado por un investigador, de la existencia de este Archivo Histórico Provincial cree conveniente entregar en depósito los siete documentos en papel que referidos a la Comunidad de Aldeas ha encontrado.