Fondo fotográfico de Regiones Devastadas |
Un BIC que llega a su centenario. El cinco de junio de 1921, se inauguró la gran escalera neomudéjar con la que el ingeniero turolense José Torán de la Rad (1888-1932), consiguió salvar el desnivel de 26 metros entre el casco histórico y la estación de ferrocarril. Había empezado a construirse en 1920 dentro de la tradición local mudéjar y la nueva corriente modernista, ambas incorporadas en sus elementos arquitectónicos y decorativos.
El espíritu de la ciudad queda sintetizado en la representación de los escudos de piedra de los diez partidos judiciales de la provincia y el alto relieve que representa la escena más dramática de la leyenda de los amantes de Teruel, obra del escultor segoviano Aniceto Marinas (1866-1953).
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