Recuperamos la memoria de las experiencias vividas por el caspolino Inocencio Mur entre los años 1920 y 1943.
Vista de Caspe años 20-30. AHPZ_MF_MORA_2014
En una entrevista realizada por Herminio Lafoz el 5 de marzo de 2001, y conservada en el Archivo de la Fundación Bernardo Aladrén, Inocencio narra cómo fue la vida en Caspedurante las décadas de los 20 y 30 del pasado siglo, el activismo familiar en la CNT y su pertenencia a las Juventudes Libertarias, detallando las actividades que el sindicato anarquista realizó durante la II República encaminadas a divulgar los principios libertarios: creación de una biblioteca, lectura, escritura, cuidado de personas mayores, excursiones… También nos explica la experiencia colectivizadora desarrollada en la ciudad al comienzo de la Guerra Civil.
Caspe durante la Guerra Civil. Foto: El Agitador
Inocencio durante la Guerra Civil se trasladó junto a las Juventudes Libertarias de Caspe a Barcelona, incorporándose a la 25 División de Durruti, para posteriormente pasar a formar parte de los Servicios Secretos del ejército republicano, recabando información y destruyendo infraestructuras en la zona nacional.
Pérdida la Guerra, la retirada hacia Francia de las tropas republicanas, suponía el riesgo de caer en manos alemanas. Inocencio Mur narra cómo fue su paso por Portbou (Girona).
Tras cruzar la frontera Inocencio recorrió diferentes campos de concentración franceses en las condiciones más extremas de frío, y hambre, siendo la muerte una compañera inseparable de los refugiados. Durante 5 meses permanecerá en Argeles Sur Mer. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, Inocencio como muchos españoles fue movilizado del campo de concentración de Argeles, para construir la Línea Maginot (tercera galería). Nos recuerda como el Gobierno de la Segunda República Española contribuyó con 1 millón de pesetas diarios a la manutención de los refugiados en los distintos campos.
Homenaje a los internos y deportados en Septfonds. Foto: Deportados
La invasión alemana de Francia puso en más peligro todavía a los refugiados. Inocencio volverá a ser hacinado en un campo de concentración, en está ocasión el Septfonds(Tarn y Garona, Francia) donde será integrado en las compañías de trabajadores para realizar actividades forzosas.
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