LAS PRIORAS DE SIGENA:
JERÓNIMA OLIVÓN CALDES (1563-1571)Durante su mandato finalizó el Concilio de Trento (1545-1563), convocado para deliberar sobre la escisión causada por el surgimiento del protestantismo a principios del siglo XVI. Entre otras medidas, en el concilio se decretó que en todos los monasterios de religiosas se observara una estricta clausura, cuestión que no estaba contemplada en la fundación de Sigena. Es más, hasta ese momento, las religiosas habían podido salir del cenobio e incluso pasar temporadas fuera de sus muros. Jerónima Oliván, ante el recrudecimiento de esta normativa, acudió a Roma para solicitar una dispensa de la clausura alegando las condiciones antihigiénicas del edificio, puesto que el monasterio había sido edificado sobre una laguna, por lo que adolecía de graves problemas de humedad. Sin embargo los altos cargos de la Iglesia denegaron la petición, por lo que la comunidad de Sigena debió obedecer el voto de clausura hasta 1573, consecuencia de lo cual un importante número de religiosas enfermaron, incluida la propia Jerónima. Las muertes de estas religiosas movieron a Gregorio XIII a eximir a la comunidad de Sigena de guardar el voto de clausura.
BIBLIOGRAFÍA
- Galicia Esparza, José Mª., «Real Monasterio de Sijena», Aragón: revista gráfica de cultura aragonesa, 19, 1927, pp. 65-68.