La regla monástica y sus versiones

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Copia del siglo XIII de la regla latina de Sigena, conservada en el Archivo Histórico Provincial de Huesca

En octubre de 1188, se aprobó la primera regla que pasaría a regular la vida y las actividades de las religiosas de Sigena. Ésta había sido redactada por el arcediano Ricardo, futuro obispo de Huesca, a instancias de la reina Sancha y el castellán de Amposta. La primera normativa, que servirá de modelo para el resto de monasterios femeninos de la orden del Hospital,  se conoce como la regla latina de Sigena y en sus sesenta artículos ordenaba minuciosamente la vida en comunidad. El documento, disponible para su consulta en DARA, permite conocer la organización interna del monasterio, las actividades que debían realizar diariamente, así como las estrictas reglas que debían garantizar la moralidad de las religiosas, que afectaban tanto a la estructura de los dormitorios como a la vestimenta e, incluso, al corte de pelo que debían llevar debajo de la toca. 

 

La versión aragonesa de la regla

Para facilitar la comprensión de la regla, se llevaron a cabo traducciones de la misma en varios momentos a lengua romance. La versión aragonesa de la regla, dada a conocer de forma reciente, se conserva en un códice custodiado en la Biblioteca de Cataluña que, posiblemente, se redactará entre finales del siglo XIII y comienzos del XIV. El libro, escrito en pergamino de notable calidad, refleja el cuidado con el que se trazó esta pieza, mientras que en la actualidad constituye un ejemplar de especial interés a nivel lingüístico y como reflejo de la importancia adquirida por la lengua vernácula del reino en este contexto. En DARA es posible acceder a la descripción de este códice y al enlace de la Biblioteca de Cataluña y el facsímil ha sido editado en 2023

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Versión aragonesa de la regla de Sigena, conservada en la Biblioteca de Cataluña.

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Primera página del códice de la priora Blanca, conservado en el AHPHU.

El códice de la priora Blanca de Aragón

De todas las copias de la primera regla posteriores al siglo XIII, cabe destacar el ejemplar conocido como el códice de la priora Blanca y datado entre ca. 1332-1450 que recibe este nombre por comenzar con la copia de una orden dada por Blanca de Aragón, hija de Jaime II y priora de Sigena, en octubre de 1332, que permite a las religiosas comer carne en el refectorio del monasterio. Este códice, recuperado en el año 2019 y que gracias a los escritos de Ricardo del Arco sabemos que perteneció al Archivo del Monasterio en los años previos a la guerra civil, recoge entre otros documentos una copia de la regla latina, con algunas variantes sobre el texto de 1188, y una consueta que actualizaba la regla de la comunidad y es anterior a la que se redactará de forma más extensiva a finales del siglo XVI (1588).

Junto a lo ya citado, el códice recoge un prontuario de cantos litúrgicos, es decir, una sucesión de títulos en tinta roja que hacen referencia a días del santoral, del calendario litúrgico y referencias a himnos religiosos, y un breviario que recoge de forma abreviada las obligaciones diarias del clero en cada momento del año litúrgico: oraciones, lecturas, salmos… Cuestiones que están íntimamente relacionadas con la música en el monasterio. Sin duda, un ejemplar de indiscutible valor material e histórico. 

Actualizar la regla de Sigena: la Consueta del siglo XVI

A finales del siglo XVI, durante el priorato de Luisa de Moncayo se redactó la tercera regla de Sigena o Consueta, que recopilaba la regla de 1188 y las bulas y breves papales, privilegios reales, tradiciones y costumbres que se habían puesto por escrito para modificar o aclarar aspectos que habían quedado pendientes en la versión del obispo Ricardo. Este texto entró en vigor en 1558 y rigió la vida de la comunidad hasta el primer cuarto del siglo XX. Las tres copias que conocemos de la Consueta se conservan, respectivamente, en el Archivo Histórico Provincial de Huesca y en la Biblioteca Pública de Huesca. 

Manuscrito del siglo XVI con la Consueta conservado en la Biblioteca Pública de Huesca.

Copia del siglo XVIII, en el manuscrito Regla de los Hospitalarios et de la Milicia del Orden de San Juan de Jerusalén y de la Casa de Sixena conservado en el Archivo Histórico Provincial de Huesca.

Copia del siglo XVIII de la Consueta conservado en el Archivo Histórico Provincial de Huesca.

Otros ejemplares: las copias personales de la regla

Si bien estos ejemplares de la regla podían ser consultados por cualquiera de las religiosas de Sigena, encontramos evidencias que señalan la existencia de ejemplares de uso personal. Es el caso de un manuscrito del siglo XVIII,  conservado en el Archivo de Sigena y dedicado a la religiosa María Emelgo, que contiene la regla de San Juan Bautista y una poesía acróstica con consejos para llevar una vida virtuosa en el monasterio que pone de manifiesto las expectativas morales que recaían sobre las mujeres de la época y, muy especialmente, sobre las religiosas. 

Primera página del libro dedicado a María Emelgo, disponible en DARA.

«DE la asumpcion, María eres llamada,

Místico nombre tienes, y profundo,

Aunque Bartholome apostol te dió al mundo,

Rendiste a tu reyna enamorada;

I por ser con su hijo desposada,

A un claustro religioso sin segundo,

Encaminaste tu espíritu fecundo,

Mereciendo tus ansias tal morada:

Ea pues religiosa logre tu esmero

La hartura celestial de essa tu hambre

Gustando deliciosa de la sangre,

O maná suabissimo del cordero.»

Acróstico del códice, cuyas iniciales forman el nombre de la religiosa.

BIBLIOGRAFÍA