LAS PRIORAS DE SIGENA:
María Francisca Ric y Pueyo (1795-1819)María Francisca Ric Pueyo Egea Urriés nació en Fonz hacia 1746, siendo sus padres Pascual Miguel Antonio Ric y Egea, primer barón de Valdeolivos, caballero de la orden de Calatrava, corregidor, gobernador y justicia mayor de la ciudad de Alcañiz y su corregimiento, y María Francisca Pueyo y Urriés, natural de Barbastro, vecinos ambos de la villa de Fonz. Entre otros hijos, además de Mª Francisca, tuvieron a Miguel Esteban Ric Pueyo Egea Urriés, segundo barón de Valdeolivos y padre de Pedro María Ric y Montserrat, Micaela Ric y Montserrat, Ana Ric y Montserrat y Antonia Ric y Montserrat. Las tres hermanas fueron religiosas en el monasterio de Sigena y las tres eran sobrinas carnales de Mª Francisca Ric Pueyo-. Los abuelos paternos de doña Francisca Ric fueron Miguel Ric Veian y María Rosa de Egea, y los maternos, Jerónimo Pueyo Garcés y Eulalia Urriés y Clavero. De esta familia, se conserva una rica correspondencia.
Mª Francisca Ric Pueyo fue elegida priora conforme la Regla de Sigena establecida en la Consueta. Ocupó este cargo desde el 15 de abril de 1795 al 18 de febrero de 1819. En 1792 se le ve tomando acuerdos juntamente con las demás monjas que componían el Esguart sobre Manuel Pinós y Lobera, prior y cura de almas del monasterio.
Esta priora decidió emprender una importante reforma en el monasterio, que incluía la destrucción de las dependencias más antiguas y construir un nuevo edificio proyectado por el arquitecto Francisco Rocha. Este ambicioso proyecto contó con la aprobación de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, cuyo informe se conserva, así como 5 de los 9 planos enviados por Francisco Rocha para su aprobación. En 1795 comenzaron los derribos y los trabajos previos, sin embargo debieron de suspenderse en octubre de ese mismo año debido al robo de los fondos con los cuales se iba a sufragar la obra. Días después de perpetrado el robo la justicia se hizo con los ladrones, que fueron conducidos a Zaragoza para ser juzgados, aunque el regente de Aragón Pedro María Ric y Montserrat se abstuvo de estar presente por su relación con la priora (era su sobrino). A resueltas del juicio se condenó a ocho de ellos a muerte, mientras que a los otros tres a presidio, así como a devolver el dinero robado mas no sabemos si este fue devuelto a la comunidad de religiosas.
A día de hoy el robo parece más providencial que trágico, pues gracias a la paralización de la reforma se ha conservado la traza románica del edificio, pues de haberse completado la reforma se habría destruído para sustituirlo por un edificio más acorde a los gustos de la época.
Pero aquí no acabaron las tragedias para María Francisca Ric y Pueyo, pues unos años después, en el contexto de la Guerra de Independencia, los franceses atacaron el monasterio, expoliaron sus bienes y profanaron las tumbas reales. Durante el conflicto la comunidad religiosa debió abandonar el cenobio y refugiarse en diferentes pueblos ribagorzanos.
Expediente de limpieza de sangre de María Francisca Ric y Pueyo (Archivo del Monasterio de Santa María de Sigena)
BIBLIOGRAFÍA
- Palacín Zueras, María Cruz, «La priora de Sigena doña María Francisca Ric Pueyo y el robo de 1795«, Argensola, 103, 1989, pp. 163-185.
- Palacín Zueras, María Cruz, «El Real Monasterio de Sijena y la Desamortización», Argensola, 110, 1996, 169-195.
- Palacín Zueras, María Cruz, «Proyecto de reparación del real monasterio de Sijena (1915)», Argensola, 112, 1998-2002, pp. 259-268.