Historia del municipio

Desde su conquista hacia 1169 por Alfonso II su historia ha estado ligada a la de las órdenes militares. En un principio fue concedida a la Orden del Santo Redentor hasta que en 1195 Alfonso II donó a Gascón de Castellote, Cantavieja y seis lugares más para que formasen una bailía: La Cuba, Iglesuela, La Cañada, Mirambel, Tronchón y Villarluengo. Su hijo, Pedro II, ratificó la donación de la bailía de Cantavieja a la Orden del Temple.

Mirambel estaba incluida en la encomienda de Cantavieja cuando en 1243 fray Ramón de Serra, lugarteniente del Temple en Aragón y Cataluña, concedió a 40 pobladores carta puebla a fuero de Cantavieja, donde se fijaban sus términos, se establecían los privilegios de la Orden y los derechos de los vecinos: los templarios se reservaron las iglesias y sus derechos eclesiásticos, los diezmos y las primicias. Los hornos y molinos quedaron como fuente de renta, quedando obligados los freires a construir los suficientes para cubrir las necesidades de la población. En 1292 Jaime II le concedió la celebración de un mercado semanal.

Tras la disolución en 1308 de la Orden del Temple por el Papa Clemente V, el 10 de junio de 1317 frey Martín Pérez de Orós, castellán de Amposta, en nombre de la Orden del Hospital tomó posesión de Cantavieja y de los lugares de la bailía, dominio que se prolongó hasta mitad del s. XIX.

Sin embargo, a pesar de esta fuerte vinculación a las órdenes militares, la villa disfrutó de varios privilegios reales: en 1324 el infante don Alfonso concedió el derecho de apelación directa al rey o al infante en los pleitos; en 1388 Juan I les otorgó que ningún vecino pudiese ser detenido por deudas ni sus bienes pignorados.

Durante la Primera Guerra Carlista, la villa quedó dentro del espacio controlado por el general Cabrera. En 1837 fue testigo del enfrentamiento entre liberales y carlistas, siendo quemados en el interior de su iglesia gran parte de los primeros. Poco después fue sede de la Junta y de la corte Carlista. Hasta que en 1872 fue de nuevo encuentro entre liberales y carlistas.

Historia del archivo

El Ayuntamiento de Mirambel dispone un fondo documental de bastante completo. A pesar de los distintos avatares bélicos en que se vio envuelta la villa, el archivo municipal ha mantenido bastantes escrituras antiguas. Se conserva documentación desde 1259 hasta la actualidad. 

Entre los documentos adquiere relevancia en los ámbitos histórico y lingüístico, el Libro de cuentas del Concejo de Mirambel, redactado entre 1472 y 1482 contiene textos en tres lenguas: latín, aragonés y catalán.

En el año 1982 desde el Ministerio de Cultura se inició la elaboración de un censo-guía, actualmente, el Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica. Así, posteriormente la Dirección General de Patrimonio de la Diputación General de Aragón se encargó del desarrollo de un plan para la organización de los archivos municipales turolenses. En este proyecto denominado Archivos Municipales Turolenses se integró el Archivo Municipal de Mirambel y fue dirigido por Pilar Gay Molins.

En la siguiente actuación, el Archivo Histórico Provincial de Teruel (AHPTE), con el apoyo de la Diputación Provincial de Teruel y la Subdirección General de Archivos se realizaron las tareas de tratamiento archivístico de recogida, ordenación, inventariado, catalogación y microfilmación de los fondos documentales municipales anteriores al año 1700 de Mirambel.  Los documentos se trasladaron al AHPTE para su tratamiento, y una vez finalizado se devolvió al ayuntamiento, bajo la dirección de Francisco Javier Aguirre González. De forma coetánea, el Proyecto de Archivo Municipales Turolenses fue aplicado en los municipios de La Cuba, Tronchón, Miravete de la Sierra y Villarroya de los Pinares. Finalmente, como resultado del trabajo se publicaron los inventarios de los archivos municipales en la colección de Catálogos Documentales. En el caso del archivo municipal de Mirambel se puede consultar en el Catálogo de los Archivos Municipales Turolenses I y IV, de 1982 y de 1985, respectivamente.

Las tareas de organización se realizaron en dos fases:

• Primera fase (1982-1983). Del Concejo de Mirambel (S. XV al S. XIX), documentación económica y administrativa y de la sección de Documentación Particular (S. XIX).
• Segunda fase (1984-1985). De la Sección de Pergaminos (S. XIII al S. XVI), Concejo (S. XVI al S. XIX), Documentación Particular (S. XIII al S. XVI) y Documentación particular (S. XVI al S. XIX).

Entre los años 2009 y 2011, la Comarca del Maestrazgo retomó los trabajos de organización y tratamiento de los fondos documentales de la época moderna y contemporánea.