Recuperamos la memoria de las experiencias vividas por Joaquina Arellano Vidal entre 1934 y 1939, entrevistada por Herminio Lafoz Rabaza el 4 de septiembre de 2001.

1.- Las huelgas de los trabajadores durante la Segunda República

Joaquina narra sus vivencias durante las duras las jornadas de huelga en la Barcelona de los años 1934 a 1936, especialmente las de la construcción. Sin ingresos, los trabajadores no podían comprar alimentos por lo que se veían obligados a utilizar otros medios para poder comer. Una forma era entrar en los restaurantes y una vez comidos identificarse como huelguistas.

Grupo de mujeres y niños en manifestación. Manuel Coyne Buil. AHPZ_MF_COYNE_006376

La solidaridad entre los trabajadores ayudó a su resistencia. Como ejemplo señala como durante la huelga general de Zaragoza del año 1936 (sic) que durará 36 días, muchos niños zaragozanos fueron acogidos en casas de obreros de Barcelona (Escuchar). 

2.- El Estallido de la Guerra en la escuela racionalista Joan Puig Elías

El día que estalló la Guerra Civil, los niños y niñas de la Escuela racionalista Joan Puig Elías de Barcelona, ubicada encima del Sindicato Textil de la CNT, estaban preparando diferentes actividades escolares. El maestro interrumpió la jornada para ordenar que los niños y mujeres fueran a casa y los hombres bajaran al sindicato a recoger las armas entregadas por la Generalidad de Cataluña. Joaquina entonces tenía 17 años (Escuchar).

3.- La quema de libros en Barcelona, por la entrada de las tropas franquistas

En enero de 1939 las tropas nacionales entraron en Barcelona, gran parte de la población civil estaba atemorizada. En estos días era muy usual la quema de  los libros con valores contrarios a los vencedores de la guerra y que supusieran un peligro para sus propietarios. Joaquina quemó la enciclopedia El Hombre y la tierra de Eliseo Reclús (Escuchar).
4.- La huida de Barcelona a Francia y los sobornos para cruzar la frontera
Tras el final de la guerra Joaquina decidió abandonar Barcelona e ir a Francia para reencontrarse con su compañero exiliado.

Entre varias personas pagaron los servicios de un guía para que les ayudase a cruzar la frontera, pero al llegar a localidad de Puigcerdá el guía las abandonó y fueron detenidas por la policía y  trasladas al Penal de Figueras.

Joaquina denuncia como la corrupción estaba institucionalizada, ya que para conseguir la autorización del paso fronterizo era necesario sobornar a la policía y al director del penal, a lo que ella se negó. (Escuchar).