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El aragonés es la lengua romance que surgió como resultado de la evolución del latín vulgar en la vertiente meridional del Pirineo central. Sus rasgos lingüísticos la sitúan a medio camino entre el catalán y el castellano. En la Edad Media se habló en la mayor parte de Aragón, pero su declive posterior la ha relegado a algunos valles y pueblos del tercio septentrional.

Desde 1270, aproximadamente, el aragonés reemplazó al latín en buena parte de los documentos notariales y privados. La mayor parte de las instituciones del reino utilizaban esa lengua, y también lo hacía la Real Cancillería de la Corona de Aragón cuando expedía documentos destinados a los súbditos aragoneses. Se dejó de utilizar en la escritura hacia 1500, y su lugar fue ocupado por el castellano.

Es, con mucha diferencia, la lengua vernácula más habitual en la documentación medieval de Aragón.

Documentos medievales en aragonés en DARA



  • Manuel Alvar, El dialecto aragonés, Madrid, Gredos, 1953.
  • Eduardo Vicente de Vera, El aragonés: Historiografía y Literatura, Zaragoza, Estudios Mira, 1992.
  • Vicente Lagüéns Gracia y José María Enguita Utrilla, "En torno a los orígenes del romance aragonés", en Aemilianense: revista internacional sobre la génesis y los orígenes de las lenguas romances, 1 (2004), pp. 65-93.
  • Jesús Vázquez Obrador, Sobre fonética histórica del aragonés, Huesca, Consello d'a Fabla Aragonesa, 2011.
  • Guillermo Tomás Faci, El aragonés medieval. Lengua y Estado en el reino de Aragón, Zaragoza, Prensas de la Universidad, 2020.