El hebreo es una lengua semítica, que continuó en uso como lengua litúrgica y literaria por los judíos de la diáspora, incluidos los de Sefarad (término que, a grandes rasgos, designa la península Ibérica). Los judíos de Aragón utilizaban la lengua hebrea (y el arameo) para usos litúrgicos y textos de ley religiosa, y también en la redacción de documentos. También utilizaban el árabe y, más tarde, las variedades románicas propias del territorio aragonés que escribían en caracteres hebreos (aljamía). Como lengua de comunicación oral utilizaban el árabe y, sobre todo, el romance aragonés.
Los documentos en hebreo o en aljamía hebraica de los archivos aragoneses aparecen en los protocolos de los notarios o, con más frecuencia, reaprovechados en la encuadernación de los registros judiciales y notariales.
Documentos medievales en hebreo o aljamía hebraica en DARA