El Archivo de la Real Audiencia de Aragón
M ª Teresa Iranzo Muñío
Directora del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza
En las Casas de la Diputación del Reino estuvo el archivo de la Real Audiencia, pieza clave en la administración de justicia en el reino de Aragón. La etapa foral abarca desde un remoto origen en el siglo XIV hasta 1707. El primitivo consejo real, único organismo con el que contaba el monarca a principios del siglo XVI fue transformándose de forma paulatina en un importante tribunal, en abierta competencia con la corte del Justicia de Aragón. Frente a esta Corte, el monarca potenció la Real Audiencia, intentando concederle desde el principio un rango superior. La gran reforma llegó en época de Zurita, cuando el emperador Carlos I en Cortes de Monzón de 1528 convirtió la Audiencia en tribunal colegiado, presidido por el Gobernador General del Reino asistido de cuatro letrados nombrados por el rey. En este nuevo tribunal se trataban tanto los asuntos civiles como los criminales.
Una segunda reforma en profundidad tuvo lugar en las Cortes de 1564, para perfilar de forma definitiva la Cancillería real que a partir de esa fecha cuenta con dos salas, la del Consejo de lo Civil y la de lo Criminal, integradas cada una por cinco consejeros.
A esta fase foral corresponden las series más antiguas del archivo: los procesos de jurisdicción privilegiada: de firma, aprehensión, inventario y manifestación. Muchos de sus documentos se perdieron en el incendio de Los Sitios, pero los que se conservan constituyen una riquísima fuente de información histórica. Son los procesos que contienen la historia nobiliaria y familiar de las Casas aragonesas; los de Infanzonía o los de manifestación, hasta las Cortes de Tarazona de 1592, entre otros.