El reinado de Pedro IV fue uno de los más prolongados e intensos de la historia de la monarquía aragonesa.
El monarca hizo frente a dos grandes conflictos en que su trono y la Corona entera estuvieron cerca de extinguirse. Los reinos de Aragón y Valencia se sublevaron en 1347 con la segunda Unión, y los rebeldes fueron aplastados al año siguiente en la batalla de Épila. En 1356 estalló la Guerra de los Dos Pedros entre Aragón y Castilla, que Pedro IV solo superó gracias a que su competidor, Pedro I el Cruel, fue depuesto y asesinado en 1369.
La contienda, además de devastar el sur del reino, empobreció al conjunto de la sociedad por el cobro de enormes impuestos destinados a financiar los ejércitos, para cuya recaudación se constituyó la primera Diputación del General de Aragón en 1357.
El sobrenombre de Pedro IV recuerda su preocupación por los aspectos ceremoniales, como las coronaciones, la casa real o la memoria histórica.
Falleció el 5 de enero de 1387 y fue sepultado en Poblet.
Documentos de Pedro IV en DARA