Tras la muerte de Martín I sin heredero hubo un interregno que acabó con la elección del castellano Fernando de Trastámara, nieto de Pedro IV, en el Compromiso de Caspe. Otro de los aspirantes al trono aragonés, Jaime de Urgell, no aceptó la decisión y se sublevó en Balaguer en 1413, pero tuvo pocos adeptos y fue derrotado.
El rey Fernando, para evitar que se le percibiese como extranjero, hizo lo posible por amoldarse a los hábitos políticos, jurídicos y culturales de la Corona de Aragón. En su breve reinado impulsó una profunda reforma administrativa y fiscal para superar las consecuencias de la crisis institucional de los años previos.
Falleció repentinamente el 2 de abril de 1416, y se hizo enterrar en Poblet, junto a sus predecesores en el trono.
Documentos de Fernando I en DARA