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La Audiencia real es el tribunal judicial del rey en todo el Antiguo Régimen y perdurará hasta el s. XIX. Su origen en Aragón se remonta al Privilegio General (1283) Su actuación fue ejercida de manera personal por el monarca o bien, a partir del siglo XIV, con la asistencia de los miembros de su consejo o curia, entre ellos el Procurador Fiscal y los jueces auditores (oidores), relatores y escribanos. La Audiencia es siempre el tribunal superior del reino y de apelación en determinadas causas. Su ámbito de competencia era tanto de orden gubernativo, incluyendo a los oficiales reales, como judicial, para todas las cuestiones procesales que le estaban reservadas.

Tuvo su sede en Zaragoza, en el palacio de las Casas de la Diputación del Reino situado en la Plaza de la Seo.

Documentos medievales de la Real Audiencia en DARA