La villa fue conquistada en 1105 por Alfonso I, quien concedió en 1110 una carta de población propia de infanzones, condición que el vecindario reivindicó durante siglos. Formaba parte del realengo y tenía representación en las Cortes de Aragón. Su economía se basaba tanto en la ganadería que aprovechaba los montes circundantes como en los cultivos regados por los Arbas y el Riguel.
En 1405 contaba con 359 fuegos, y en 1495 con 411.
Su documentación se conserva en el Archivo Municipal de Ejea de los Caballeros.
Documentos medievales del concejo de Ejea en DARA