La catedral de Huesca, además de servir de sede diocesana, era el asiento de una comunidad de canónigos adscritos a la orden de San Agustín.
La institución poseía un gran señorío eclesiástico alrededor de Huesca, y se contaba entre los mayores propietarios en la propia ciudad.
Su documentación se conserva en el Archivo de la Catedral de Huesca.
Documentos medievales de la Catedral de Huesca en DARA