Encabezaba la organización municipal de Teruel, este oficial único gobernaba sobre la villa y sus aldeas desde sus orígenes. Considerado la magistratura más alta, se le exigían valores éticos además de cierta preparación técnica.
Dirigía las asambleas de vecinos y se encargaba de ejecutar los acuerdos. Tenía también funciones militares directivas, podía perseguir a los malhechores y disfrutaba de competencia en aspectos fiscales; de manera muy específica, disponía de atribuciones judiciales extensas y completas en un tribunal conjunto con los alcaldes.
El cargo evolucionó en sus atribuciones a lo largo de la Edad Media, manteniendo su destacada posición.
Documentos medievales del Juez de Teruel en DARA