La magistratura de los justicias arranca de la época de la configuración institucional del reino aragonés, en el siglo XI. El justicia de Huesca era un juez local, que formaba parte del núcleo de gobierno municipal. A partir del siglo XIII, es un oficial de nombramiento real sobre una propuesta de tres candidatos presentados por el concejo.
En principio tenía cometidos policiales y de control del orden público, pero pronto se le atribuyeron funciones gubernativas y judiciales. En su tribunal o curia se resolvían asuntos de carácter civil y penal acontecidos no sólo en la ciudad de Huesca sino también en localidades próximas.
Documentos medievales del Justicia de Huesca en DARA